Si el último gran premio, el de Portugal, tuvo un desarrollo y un resultado inesperados, el de hoy tampoco le fue a la zaga. Todo estaba previsto para que Rossi sumará su octavo título de campeón del mundo y sólo él falló. Esta vez no fue el motor de la Yamaha, como en los Estados Unidos o Francia, ni un neumático como en China. Esta vez falló el ser humano.Rossi había hecho el mejor tiempo en los entrenamientos oficiales de ayer, pero salió muy mal e, incluso, se tocó con Hayden que le adelantó por su izquierda mostrándole que nada iba a impedir su triunfo. Probablemente verse atrás con el americano peleando delante le descentró.Mientras, el australiano Troy Bayliss (Ducati), campeón del mundo de 'superbikes' y que estuvo tres años en MotoGP, se situaba en la primera posición que no abandonaría hasta ver la bandera de cuadros sobre la línea de meta.Tras el australiano se colocó su compañero de equipo, el italiano Loris Capirossi, seguido del español Dani Pedrosa (Honda) y del propio Hayden, y Rossi.El español superó a la segunda Ducati en la primera vuelta y el australiano Casey Stoner a Rossi relegando a la sexta plaza al hasta hoy campeón del mundo.En la quinta vuelta, la misma en la que Pedrosa tiró al suelo a Hayden, iba a ser de nuevo maldita, pero esta vez la maldición iba a ser para el transalpino de Yamaba, que en la curva que lleva el nombre del australiano Michael Doohan, dominador del campeonato en la década de los noventa y al que hoy iba a superar en el número de títulos de la categoría reina, se iba al suelo al abrir gas.Practicamente, la prueba finalizaba en ese giro. Aunque sí alguien es capaz de recortar 24 segundos, un segundo por vuelta, es Rossi, hoy era demasiado y había mucha gente por medio.Valentino volvió sobre su moto, y Bayliss, fortísimo, lideraba un grupo de siete pilotos con Hayden, el italiano Marco Melandri (Honda), Capirossi, Pedrosa, Stoner, el australiano Chris Vermeulen (Suzuki) y el japonés Shinya Nakano (Kawasaki) detrás.Rossi comenzó a recortar, pero más por las caídas del francés Randy de Puniet (Kawasaki) y de Vermeulen que por su propio ritmo de carrera. Y Hayden veía en la pizarra "Rossi P-20", que el italiano era vigésimo, y aflojaba el ritmo renunciando a pelear con la Ducati de Loris.La Yamaha rebasó a la Ilmor del australiano McCoy en la novena vuelta y a 18 para el final Rossi era décimo cuarto. Necesitaba ser el octavo para salvar el campeonato.En la vigésimo tercera vuelta, el italiano ganó un puesto al retirarse Stoner, pero la misión era ya imposible pues sólo quedaban siete giros. Desde el muro, su equipo le señalaba a Hayden "Rossi 13- 3 o.k" para que no hiciera locuras. El estadounidense era campeón.En las tribunas, su madre Rose Mary, su padre, Earl, toda su familia vivía con los dedos cruzados las últimas vueltas del bueno de Nicky. También Michael Jordan, el jugador de baloncesto que ganara seis títulos de la NBA con los Bulls de Chicago y la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Barcelona'92, traía la suerte a Hayden, la que no tuvo en Portugal.El estadounidense entraba llorando en la meta, mientras Bayliss cruzaba la misma demostrando que el nivel de 'superbikes' no es tan malo.Pedrosa era cuarto por delante de Melandri y otro español, el vencedor del Gran Premio de Portugal, Toni Elías (Honda), sexto.Elías ha sido uno de los protagonistas del final del campeonato, en cierto modo involuntario. No solo por su sobresaliente triunfo en el circuito de Estoril, sino por lo cinco puntos de los que privó a Rossi, por dos milésimas, sobre la línea de meta en la prueba portuguesa. Esos cinco puntos que Rossi no sumó le dieron hoy en Valencia el título a Hayden.
domingo, octubre 29, 2006
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